KEVIN
SMITH CONTRAATACA
Red State, es la última película del director y guionista Kevin Smith (2011), y ganó el primer premio en el festival de Sitges 2011 (Festival internacional de cine de terror y fantástico de Sitges). El galardonado director consigue ampliar sus vitrinas con un premio que le faltaba y en un género que no es, propiamente, el suyo. Pero, ¿por qué este premio ha causó tanto revuelo en la industria audiovisual?
Las malas lenguas del mundo del cine decían que
Kevin estaba estancado en su (único) género fetiche: la comedia. Y no solo eso,
si no que sus últimas producciones no llegaban al aprobado. Red State es un
giro de tuerca del cine Kevin Smith manteniendo la autoría que tanto lo define.
La película, es en esencia, una película independiente de terror que trata
sobre uno de los grandes temas tabú: la religión. Un grupo de adolescentes que
respondiendo a un anuncio de sexo en grupo acaban presos en una organización
religiosa fundamentalista. Su creador, un fiel creyente de New Jersey, ha sido
crítico toda su vida con el pequeño mundo que le rodea. Plantea sus películas
desde una premisa: personajes cotidianos y realistas que atrapados en una
rutina que les oprime, despotrican contra el mundo y buscan una pequeña ruta de
escape, enmascarada en cambios insignificantes de su vida, para sentir que no
solo están de paso en el planeta. En Red State esto es llevado al límite, ya
que el director se desbanca de sus antiguas bromas pesadas hacia la sociedad y
son sus personajes los que se ven inmersos en una broma muy real. Los diálogos
ácidos y los argumentos absurdos, obviamente, no faltan en la película; pero
esta vez están tratados de forma más cruda y todo y ser más realistas que en
sus antecesoras producciones, el tema que los rodea trastoca la mentalidad del
espectador. En Red State los protagonistas, que podrían salir de su opera prima
CLERKS se meten desgraciadamente en
un problema de dimensiones bíblicas como en DOGMA,
pero localizado en un pequeño pueblo. No es la primera vez que Kevin hace una
película basada en la religión pero si la primera vez que la realiza fuera del
tono de la comedia. Trata con maestría y hace una denuncia social sobre
aquellos temas que le preocupan y en los que el mismo está inmerso. En un
momento en el que parece que el Cristianismo es el bien, y que el Islamismo (o
cualquier otra religión que vaya en contra de la doctrina cristiana) son el
mal; el director se atreve a hundir una puñalada de cine crítico en lo más
profundo del corazón de América. Narra las locuras de un grupo fundamentalista
cristiano con un ritmo in crescendo que coge por sorpresa tanto a
protagonistas, público, como a los propios antagonistas que se ven atrapados en
su propia demencia; y que no pueden hacer otra cosa que llevar su doctrina
hasta el inexorable final. Un Triller terrorífico que aparenta ser previsible
pero que sorprende con un baño de sangre gratuito (en teoría) aunque
justificado por el desfase mental de sus personajes.
Con
Red State, Kevin Smith, se renueva (paradojamente) volviendo a sus inicios con
cine de autor independiente; puede que consiga meter esta película, como ya lo
hizo con Clerks, en esa lista
simbólica de las que llamamos películas de culto.